LA ARMONIZACIÓN EN EL MERCADO EUROPEO DE LOS COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS: SOLUCIONES Y BUENAS PRÁCTICAS

 en Salud Pública, Seguridad Alimentaria

El 17 de julio de 2021 se ha publicado el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Cómo poner en práctica la armonización de la entrada en el mercado europeo de los complementos alimenticios: soluciones y buenas prácticas»

El mercado de los complementos alimenticios está experimentando un crecimiento en Europa. Los complementos alimenticios están regulados por la Directiva 2002/46/CE (1), que no se aplica de manera uniforme en la UE. Sin embargo, que la legislación se aplique de manera uniforme resulta esencial para el buen funcionamiento del mercado interior de la UE, ya que hace posible la libre circulación de productos seguros.

El CESE apoya una revisión de esta legislación, en particular mediante una actualización de la definición de los complementos alimenticios, la inclusión de la obligación de notificar y estudiar los expedientes administrativos y la creación de un sistema de vigilancia alimentaria en el que se recojan los efectos adversos, a fin de aumentar de este modo la protección de la salud pública.

La seguridad de los productos e ingredientes debe ser el requisito principal y, por tanto, debe determinarse sobre una base científica. El CESE recomienda que se establezcan límites máximos de vitaminas y minerales y listas positivas y negativas de ingredientes, en las que se incluyan las plantas.

La información que se proporcione al comprador debe permitirle consumir los productos con total seguridad. El CESE recomienda que se establezcan medidas de comunicación y educación de los consumidores, en especial para el comercio electrónico.

El CESE anima a las autoridades a que refuercen el control, el análisis y la vigilancia de los productos para proteger a los consumidores mediante la retirada de los productos que no se ajusten a las normas. Estos controles también deben impedir la competencia desleal entre operadores (en concreto, el uso de declaraciones no autorizadas y productos no conformes procedentes de terceros países).

Así pues, el CESE anima a todas las partes interesadas a que armonicen el contexto reglamentario relativo a los complementos alimenticios y la aplicación del mismo para lograr una economía más justa y una mayor seguridad sanitaria de los productos.

Con respecto a la vigilancia en seguridad alimentaria, algunos ingredientes pueden causar efectos adversos aunque los productos cumplan la legislación. No se evalúa la seguridad de cada producto o ingrediente, ni su posible interacción con otros productos, como los medicamentos.

El CESE anima a que se cree un sistema nacional de vigilancia alimentaria para promover la seguridad de los productos y garantizar un alto nivel de protección de la salud humana mediante la detección temprana de señales que permitan prevenir los problemas de salud. Este sistema debería hacer posible el registro de los efectos adversos, independientemente de su gravedad, con el fin de respaldar la evaluación de la seguridad de los productos, adoptar medidas de emergencia o adaptar la legislación si es necesario y permitir a los operadores desarrollar productos más seguros incorporando la información en su proceso de control de calidad. Con respecto a la producción, los complementos alimenticios siguen las mismas normas de seguridad que los demás productos del sector agroalimentario (HACCP (2), etc.) y no se ha detectado ningún riesgo específico para los trabajadores del sector.

 

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